Cómo interactuar con los huéspedes de tu Habitación Airbnb

Algunos huéspedes reservan Habitaciones Airbnb porque les gusta conocer gente nueva; otros son algo más reservados y prefieren tener más privacidad. ¿Cuánto trato quieres tener con los huéspedes? Puedes indicarlo en la configuración de tu anuncio.

En la configuración de tu anuncio, elige una de estas cuatro opciones:

• Me gusta socializar y pasar tiempo con los huéspedes.

• Me gusta recibir a los huéspedes en persona pero, fuera de eso, no convivo mucho.

• No voy a estar disponible en persona y prefiero comunicarme a través de la app.

• No tengo preferencia. Me adapto a lo que quieran los huéspedes.

También puedes aclarar algunos detalles en la descripción de tu anuncio, como las horas en las que sueles estar disponible para ayudar a los huéspedes con lo que necesiten.

A Richard, anfitrión de una Habitación en el centro de Toronto, le encanta compartir su casa con huéspedes. “Es más que ofrecer un alojamiento tradicional”, dice. “Es conocer a las personas: platicar y convivir con ellas. Hay que tener la mente abierta y escuchar lo que tienen que decir”.

Richard recibe a sus huéspedes en la puerta principal cuando llegan y les da un recorrido de su espacio. “Creo que hay un elemento humano que todos estamos buscando en la vida”, dice. “Les doy acceso a todo, desde el balcón hasta el asador, para que sientan que este es su hogar lejos de casa”.

A Richard también le gusta mostrar la ciudad a los huéspedes. “Les pregunto por sus intereses para enfocarme en eso y darles un tour realmente personalizado. Para mí, viajar es la mejor forma de aprender sobre la vida”.

A Ruth, anfitriona en Perth, Australia, le gusta recibir personalmente a los huéspedes. Luego les muestra la suite de tres recámaras, dos baños privados y la sala que forman parte de la Habitación.

Después del breve tour, Ruth deja que los huéspedes tengan el espacio solo para ellos. Solo vuelve a esa parte de la casa cuando necesita lavar la ropa.

“Creo que el encuentro inicial es clave”, afirma Ruth. “Algunas personas no quieren interactuar para nada, pero otras sí y son muy simpáticas. Ha sido un placer inesperado”.

Dandara, que forma parte del Consejo asesor de anfitriones en Maceió, Brasil, prefiere que los huéspedes decidan cuánto quieren socializar. Nos cuenta que se fija en cuánto hablan mientras les da el tour por la casa al inicio de cada estancia.

Siempre termina el recorrido en el balcón, donde les indica sus sitios favoritos de la zona y resuelve las dudas que tengan. Ha descubierto que los huéspedes se van abriendo con el tiempo y, en algunos casos, la relación ha acabado siendo tan estrecha que, según asegura, ahora “son como de la familia”.

Dandara dice que la conexión con los huéspedes suele surgir durante el desayuno. Cada uno aportamos una cosa distinta, como fruta o pan dulce. “Y así se crea un momento mágico”, dice.

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